Su principal característica es la de poseer una estudiada reología que permite su compactación sin necesidad de utilizar vibradores.
Su aplicación es por colado, aunque también puede aplicarse con la técnica del bombeo, con lo que se consigue un gran ahorro.
El ahorro consiste tanto por la disminución del tiempo empleado en la aplicación como en el personal necesario para la colocación del material.
Entre las múltiples aplicaciones que puede tener, es muy recomendable para la realización de revestimientos refractarios de zonas de difícil acceso de operarios y/o vibradores.
Nuestra gama de hormigones KTV y KTSF poseen contenidos entre un 40% y un 96% de alúmina y con diferentes % de contenido en SiC capaces de trabajar hasta temperaturas de 1900 ºC.